Esta semana me crucé con ella dos
veces. Me encanta esta película; hace un retrato generacional tan acertado, que mi propia vida pasaría a formar parte del guión sin disonancia. Una escena figura con nombre propio, y a la que nunca añadí banda sonora. Llevada precisamente por su mano, anduve pensando en estos días sobre las similitudes entre mi relación con el agua y las
palabras, en la vida propia y secreta de las mismas, en blogs a punto de la extinción, en invocaciones. En definitiva: que esta semana eché de menos a mucha gente.
Pd. Agarré el teléfono y se
acortaron distancias. Mañana más.
cuándo volverán las pelis con vino de fondo?
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